6/09/2017

Una extraña primavera.


Esta primavera esta siendo de lo mas rara.
Este año ha llovido poquísimo, hasta tal punto que yo creo que la sequía esta afectando al cerebro de los seres vivos. Sufrimos sequía cerebral.

Una curiosa muestra de sequía cerebral...

Aunque ha llovido poco, los animales no paran y en primavera están de lo mas despistados, pendientes de sus cosas. Los corzos están cuidando ya a sus crías, los pájaros empollando, las pocas plantas que han tenido fuerzas han florecido...
Como salimos mucho al campo, es normal que nos encontremos con cosas sorprendentes y curiosas.

Lirio español en el Eresma (o según D. un Lirio huevo).


Un helecho doradilla en un hueco húmedo en una ladera entre San Miguel del Arroyo y Cogeces de Iscar.


Este año viajamos a Galicia al comienzo de la primavera. Una mañana de excursión vimos un animal muerto en la playa de Corrubedo, hacía la zona de la gran duna. Unos jóvenes pasaron al lado del bicho diciendo que si era un castor o un gato...
Era indudablemente una nutria arrastrada por la marea. Luego investigando un poco supimos que había poblaciones de nutria en la laguna que se remansa tras la playa...
Una pena, es fácil imaginarse a la nutria nadando entre las olas, quizás acercándose a la isla de Salvora. Tenía un pelaje maravilloso y el viento, durante el rato que estuvimos cerca, la fue cubriendo de arena hasta hacerla casi desaparecer.

La nutria de Corrubedo.

Un día en el que nos acercamos a coger agua en la fuente de Coca, nos encontramos un gran pavón a la sombra de un muro de ladrillo. Como estaba al paso de la gente lo cogimos para apartarlo y luego se fue volando a unos olmos viejos al otro lado de la carretera.
Antes de volar temblaba como desperezándose.
El año pasado también pudimos ver algún ejemplar y esta vez, hemos sentido una especie de reencuentro con un viejo amigo. Los pavones son unas mariposas preciosas cada vez mas difíciles de ver entre los almendros, ciruelos, manzanos y demás árboles de nuestros jardines y huertos.



Ya que hablamos de mariposas, sobre nuestra pequeña palmera apareció un día de calor una preciosa Pandora o, como se dice científicamente, una Pandoriana pandora. Curiosa mariposa con unas alas que le sirven de camuflaje pues simulan el envés de una hoja de álamo o chopo.

La Pandora entre la palmera y una hiedra.

A primeros de Mayo, navegando en un apartado recodo de un río Segoviano (si, aunque suena raro también se puede navegar en la Meseta), sobre las rocas de la orilla vimos un grupo de galápagos leprosos tomando el sol tranquilamente.
Cuando te acercas se ponen alerta y se zambullen rápidamente. Con cuidado y lentamente, metiendo la mano bajo el agua para pillarle por sorpresa, conseguimos atrapar uno pequeño que luego soltamos y que se sumergió en un instante en las aguas verdosas, hacia el fondo de fango.
Hemos leído que es mejor no tocar a estos animales porque pueden tener salmonela, afortunadamente este pequeño ejemplar solo nos contagió su mal olor.

Pequeño galápago leproso meseteño.

También hemos visto otros animales interesantes últimamente como nuestro amigo el Gallipato. Este tritón es el mas grande de Europa con el permiso del famoso y troglodita Proteus de las cuevas de Croacia.
En las noches lluviosas de Mayo es posible verlos caminando por los alrededores de los arroyos y lagunas limpios, junto a los tritones jaspeados, sapos diversos, ranitas de san Antonio y otros bichejos.
En el pequeño estanque de la tienda de Susana hay un ecosistema acuático en el que lo reyes son los anfibios: sapos comunes, alguna rana, sapos verdes y un viejo Gallipato que lleva viviendo en el estanque 5 o 6 años al menos. Con cuidado para no hacerle daño es posible cogerlo del rabo. Si cogemos lombrices y se las colocamos delante, no se puede resistir y se abalanza ansioso para capturarlas de un bocado. Tras cuatro o cinco lombrices gordas, el Gallipato se llena y su barriga se abulta...



Ayer mismo, paseando, vimos un pollo de Zorzal sobre un mojón. Estaba quieto intentando pasar desapercibido. Era del mismo color que la piedra y casi consigue que no le viéramos.
Estaba tan concentrado en no llamar la atención que se dejo acariciar sin emprender el vuelo.



El viernes pasado hubo una fuerte tormenta eléctrica y un rayo cayo sobre un pino. Cuando cae un rayo sobre un árbol puede partirlo, pero en los pinos suele hacer una marca profunda en espiral que baja desde la punta de la copa hasta el suelo rodeando el tronco. En ocasiones partes del árbol cogen mucha temperatura y llegan a prenderse. En este pino el fuego se propagó el sábado, muchas horas después de que el rayo cayera sobre el árbol. Luego el fuego corrió por el suelo y calcino unos 200 pinos en una media ha. de terreno. Afortunadamente era de día y alguien avisó rápido, con lo que los bomberos y los guardas pudieron apagarlo en poco tiempo.


Vista del pinar resinero y los cortafuegos circundando la zona quemada.
A las 24 horas aún ardían algunas ramas semienterradas en la arena y podían verse pequeñas columnas de humo.

Y a modo de despedida, hablemos de pinares y ciencia ficción.
Una mañana tras un par de días de lluvia, cerca del Arroyo de la Sierpe en unos tocones viejos de pino resinero o negral, vimos una masa blanquecina tipo coliflor pero con la consistencia de un yogur y del tamaño de un puño.
Tocándola con un palito se rasgó dejando al descubierto un interior gelatinoso.

Hongo con aspecto de coliflor.

Luego pudimos ver otros ejemplares cercanos en distintas fases de desarrollo, secándose y reduciéndose par finalmente agrietarse y liberar una especie de sustancia marrón, como esporas pulverulentas. Curiosamente había todas las gradaciones posibles de este extraño ser medio alienígena.


Fase tipo champiñón.
Fase tipo bollo.
Fase colacao.
Investigaremos que es esto y ya os lo contaremos en otra ocasión.


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